INA online

Guía esencial para asalariados que quieren invertir en bienes raíces

Escrito por 稲澤大輔 | 16-may-2025 23:21:17

La inversión inmobiliaria está ganando popularidad como una estrategia eficaz para la formación de activos para la jubilación, y cada vez son más los asalariados que se lanzan a ella con el objetivo de obtener ingresos adicionales o constituir un patrimonio para el futuro. Los asalariados cuentan con ventajas como ingresos estables, facilidad para obtener financiación y la posibilidad de delegar la gestión y el mantenimiento en terceros, lo que hace que esta inversión sea fácil de compaginar con su actividad principal. Sin embargo, la inversión inmobiliaria no es en absoluto «fácil de rentabilizar», y al tratar con préstamos de varios millones de yenes, el riesgo de fracasar aumenta si no se cuenta con los conocimientos adecuados y un plan cuidadoso. De hecho, se ven muchos casos de fracaso por comprar propiedades con flujo de caja negativo, gastos de reparación más altos de lo previsto, comprar a un precio más alto que el del mercado o contratar préstamos imposibles de pagar. Por eso, en este artículo explicamos de forma fácil los conocimientos básicos que necesitan los empleados para empezar a invertir en bienes raíces y los puntos clave para no fracasar. Se hace hincapié en los fundamentos de la selección de propiedades y la planificación financiera, los puntos clave de la gestión de riesgos y las consideraciones y ventajas de delegar las tareas en una empresa de gestión, y se detalla qué perspectiva y criterios de decisión se deben tener en cuenta cuando se recurre a una empresa de gestión. Por último, se ofrecen pasos claros y consejos prácticos para que el lector pueda pasar a la acción de inmediato. Con conocimientos formales y un plan sólido, es posible tener éxito en la inversión inmobiliaria incluso mientras se trabaja por cuenta ajena. Veámoslo paso a paso.

 

Conocimientos básicos para la selección de inmuebles

No es exagerado decir que el éxito de la inversión inmobiliaria depende de la elección del inmueble. Para obtener ingresos estables a largo plazo, es importante evaluar los inmuebles desde múltiples perspectivas y seleccionar los más adecuados. A continuación se indican los principales puntos a tener en cuenta en la selección de inmuebles.

  • Tipo y tamaño de la propiedad: En primer lugar, decida el tipo de propiedad en la que desea invertir. Considere si se trata de un apartamento en un edificio (una habitación de un edificio de apartamentos), un edificio de apartamentos o un edificio independiente, o si se trata de una casa unifamiliar o un negocio de aparcamiento. La propiedad fraccionada tiene un coste inicial bajo y es adecuada para principiantes, pero los ingresos son limitados. La compra de un edificio completo es cara, pero permite diversificar el riesgo de que queden habitaciones vacías y ofrece grandes oportunidades de ingresos. Elija el tipo que se adapte a su presupuesto y a sus objetivos. También debe considerar si prefiere una propiedad nueva o usada. Las propiedades usadas suelen ser más baratas que las nuevas y ofrecen una mayor rentabilidad, pero también conllevan un mayor riesgo de reparaciones. Por otro lado, las propiedades nuevas ofrecen la tranquilidad de tener pocos gastos de reparación a corto plazo y la facilidad de encontrar inquilinos, pero son más caras y ofrecen una rentabilidad menor.
  • Ubicación y demanda: La buena ubicación es la mayor baza en la inversión inmobiliaria. Compruebe la distancia a la estación, el acceso al centro de la ciudad, la oferta comercial y de servicios públicos en los alrededores, la seguridad y la proximidad a colegios y hospitales, y elija una zona con una alta demanda de alquiler. Sin embargo, no siempre las zonas populares son seguras, ya que las necesidades varían en función de la comodidad para ir al trabajo o al colegio y del entorno. Hay que pensar en el tipo de inquilinos que se quiere atraer (por ejemplo, personas solas, estudiantes, familias, viajeros de negocios, etc.) y ver si el entorno les gusta. Por ejemplo, si está cerca de una universidad, es mejor para estudiantes; si está cerca de una zona de oficinas, es mejor para personas que viven solas o jóvenes que empiezan a trabajar; si está en una zona residencial, es mejor para familias. Es importante tener en cuenta la demanda. También hay que investigar cuántos inmuebles hay cerca y cuál es la tasa de desocupación para ver si hay exceso de oferta en la zona.
  • Estado del edificio y antigüedad: No se precipite basándose solo en las cifras de rentabilidad superficial, compruebe siempre el estado del edificio. En el caso de propiedades de segunda mano, compruebe si el anterior propietario las ha mantenido adecuadamente (estado de limpieza y existencia de registros de inspecciones periódicas). Además, dado que las normas antisísmicas japonesas se reforzaron considerablemente en 1981 (Showa 56), es importante comprobar si los edificios antiguos cumplen las nuevas normas antisísmicas (posteriores a 1981). Esto no solo es un factor de tranquilidad a la hora de buscar inquilinos, sino que también reduce el riesgo de que la propiedad sufra daños graves y quede inutilizable en caso de que se produzca un gran terremoto u otra catástrofe. En las propiedades antiguas, aunque no se aprecie a simple vista, es posible que las tuberías estén deterioradas o que haya averías en las instalaciones, lo que podría suponer un gasto importante en reparaciones a largo plazo. Durante la visita, es recomendable comprobar el estado de las tuberías de agua y electricidad, así como si hay grietas en la estructura o signos de goteras, y solicitar una inspección (inspección del edificio) por parte de un experto si es necesario.
  • Precio de alquiler y rentabilidad: Investigue el precio de alquiler habitual en la zona de la propiedad y calcule la rentabilidad (tasa de rendimiento) a partir del precio de venta y el alquiler. En general, el rendimiento se divide en «rendimiento nominal» y «rendimiento real». El primero se calcula dividiendo los ingresos anuales por alquiler entre el precio del inmueble, y el segundo se calcula dividiendo los ingresos anuales por alquiler menos los gastos entre el precio del inmueble. Por ejemplo, si el precio del inmueble es de 100 millones de yenes y los ingresos anuales por alquiler son de 6 millones de yenes, el rendimiento nominal es del 6 %, pero si se restan los gastos anuales de 1 millón de yenes, el rendimiento real es del 5 %. El rendimiento real, que tiene en cuenta los gastos, es el indicador que muestra la rentabilidad real, por lo que es importante evaluar los gastos necesarios, como los gastos de gestión, los gastos de reparación y el impuesto sobre bienes inmuebles. Hay que tener cuidado con los inmuebles que anuncian un rendimiento nominal anormalmente alto. Es posible que se haya fijado un alquiler artificialmente alto para que el rendimiento parezca mejor, y que no se pueda alquilar a ese precio, lo que podría provocar que el inmueble permaneciera vacío. No se fíe de las cifras de los anuncios y adquiera el hábito de calcular usted mismo el alquiler adecuado a partir de los precios de mercado de la zona y hacer simulaciones de ingresos y gastos.
  • Inspección in situ y entorno: Aunque la propiedad parezca atractiva en Internet, es fundamental visitarla siempre para comprobarla. Solo in situ se puede obtener información que no se encuentra en Internet, como el ambiente del entorno, el ruido, la distancia a la estación más cercana, la orientación y las vistas. Si se trata de una propiedad para una persona sola, compruebe si hay tiendas de conveniencia y restaurantes cerca; si es para una familia, compruebe si hay escuelas, parques y supermercados a poca distancia. Es importante comprobar que la propiedad cuenta con las instalaciones necesarias para el público objetivo. Es posible que el aspecto de la ciudad cambie según la hora del día o si es día laborable o festivo, por lo que es recomendable visitarla en diferentes momentos del día si es posible. Compruebe también el exterior y el interior de la propiedad con sus propios ojos y fíjese en los detalles que no se aprecian en las fotos o los planos. Solo después de realizar esta investigación in situ podrá tomar una decisión definitiva sobre si se trata de una propiedad que podrá gestionar con tranquilidad durante un largo periodo de tiempo.

Como se ha explicado anteriormente, a la hora de seleccionar una propiedad es importante evaluar de forma global la ubicación, la demanda, el estado del edificio y la rentabilidad, y decidir si se puede generar un ingreso estable a largo plazo. Si se elige la propiedad desde el punto de vista del inquilino, se podrá superar el primer obstáculo para evitar grandes errores.

Fundamentos de la planificación financiera y presupuesto de inversión

A continuación, explicaremos los fundamentos de la planificación financiera (plan de financiación). La inversión inmobiliaria suele recurrir a préstamos para inversión, lo que implica un préstamo y un reembolso de gran cuantía a largo plazo. Para una gestión estable, es imprescindible elaborar un plan financiero detallado antes de la compra y establecer un importe de préstamo y un plan de reembolso que no supongan una carga excesiva.

  • Equilibrio entre fondos propios y préstamos: en primer lugar, hay que calcular los fondos propios disponibles (pago inicial y gastos varios) y cubrir la diferencia con un préstamo de una entidad financiera. Si se es empleado, por lo general, el importe del préstamo se calcula en función de los ingresos anuales y la antigüedad en la empresa. Cuanto mayor sea el capital propio, menor será la carga mensual y más favorable será la evaluación del préstamo, pero también es importante mantener una reserva de efectivo y aprovechar adecuadamente el apalancamiento. En algunos casos es posible obtener un préstamo sin capital propio, pero en ese caso hay que tener cuidado, ya que los tipos de interés y las condiciones del préstamo serán más estrictos y aumentará el riesgo de que se vea afectado el flujo de caja. Una referencia es pagar una parte del precio del inmueble (alrededor del 20 %) como pago inicial y financiar el resto con un préstamo, pero hay que estudiar la situación personal y decidir lo que se puede pagar sin problemas.
  • Plan de amortización mensual: al solicitar un préstamo, es imprescindible comprobar de antemano si los ingresos por alquiler cubren el pago mensual del préstamo. Este es un punto que los bancos tienen muy en cuenta a la hora de evaluar la solicitud. Para los inmuebles que se barajan como posibles compras, se compara el ingreso neto, obtenido tras restar los gastos de gestión, el fondo de reserva para reparaciones (en el caso de los pisos) y los gastos de administración y los impuestos de los ingresos por alquiler previstos, con el pago mensual del préstamo, y se simula si el resultado es positivo (si el flujo de caja es positivo). Lo ideal es que, incluso en caso de subida de los tipos de interés o de que se produzcan vacantes temporales, se pueda hacer frente a los gastos sin tener que recurrir al salario de la actividad principal. Por ejemplo, si se contrata un préstamo con tipo de interés variable, hay que tener en cuenta el riesgo de que suban los tipos de interés y analizar si se podría hacer frente al aumento de las cuotas de amortización. El plazo de amortización también es importante, ya que si se establece un plazo largo, las cuotas mensuales serán más llevaderas, pero el total de los intereses pagados aumentará. Se debe establecer un plazo adecuado en función de los fondos disponibles y los planes de futuro.
  • Gastos varios y costes de funcionamiento: Al comprar un inmueble, además del precio del mismo, hay que tener en cuenta diversos gastos iniciales, como los honorarios del agente inmobiliario, los gastos de registro, los gastos de tramitación del préstamo, el seguro contra incendios y el impuesto sobre la adquisición de bienes inmuebles. Además, después de la compra, hay que pagar el impuesto sobre bienes inmuebles y el impuesto urbanístico (anuales), y en el caso de los apartamentos, los gastos de comunidad y el fondo de reserva para reparaciones (mensuales), los gastos de mantenimiento y reparación del edificio, los gastos de publicidad para buscar inquilinos (AD) y los gastos de restauración del estado original al desalojar el inmueble, entre otros costes de funcionamiento. En la planificación financiera, es importante tener en cuenta todos estos gastos a la hora de calcular los ingresos y los gastos. Si se pasa por alto algún gasto, es fácil que, en la práctica, no quede tanto dinero disponible como se esperaba. Especialmente en el caso de los inmuebles antiguos, es conveniente estimar un fondo de reserva para reparaciones y gastos imprevistos más elevado, con vistas a futuras reparaciones a gran escala. No solo hay que fijarse en el rendimiento nominal, sino también en el rendimiento real después de deducir los gastos, para asegurarse de que la rentabilidad es suficiente y reducir el riesgo de adquirir un inmueble deficitario.
  • Flujo de caja y fondos de reserva: Los inversores profesionales saben que es fundamental conocer el flujo de caja anual y mensual de las propiedades de inversión y dejar un margen en el plan de ingresos y gastos. No basta con comprar y ya está, sino que hay que supervisar constantemente el equilibrio entre los ingresos y los gastos después de empezar a gestionar la propiedad y revisar el plan cuando sea necesario. Por ejemplo, si los gastos de reparación son más elevados de lo previsto o se prevé una subida de los tipos de interés en los próximos años, se puede considerar la posibilidad de adelantar el pago del préstamo o revisar el alquiler. Si los ingresos y gastos mensuales son muy ajustados, no se podrán hacer frente a gastos imprevistos, por lo que es importante disponer de un fondo de reserva (fondo de emergencia) para gastos extraordinarios. Como referencia, es recomendable disponer de una cantidad en efectivo que cubra al menos varios meses de amortización del préstamo o el periodo de desocupación. La planificación financiera no es algo que se haga una vez y ya está, sino que debe revisarse periódicamente y ajustarse para garantizar una gestión estable de la inversión a largo plazo.
  • Negociación del préstamo y comparación de condiciones: Cuando un empleado solicita un préstamo para invertir, a menudo se le ofrece un préstamo a través de una empresa inmobiliaria con la que se tiene acuerdo, pero es recomendable acudir a varias entidades financieras. Las condiciones varían según la entidad financiera, como el tipo de interés (fijo o variable), el plazo del préstamo, el porcentaje del préstamo (préstamo completo o con pago inicial) y la valoración de la garantía. Incluso una pequeña diferencia en el tipo de interés puede suponer una gran diferencia en el pago total a largo plazo, por lo que conviene obtener las condiciones más favorables posibles. Es importante revelar con sinceridad la información personal, como los años de antigüedad en el trabajo y los ingresos anuales, y consultar con sinceridad al responsable de la entidad financiera. Si se realiza una evaluación preliminar (preevaluación) con antelación para saber hasta qué punto se puede obtener un préstamo, la búsqueda de inmuebles será más fácil.

Una planificación financiera adecuada es el base de la seguridad de la inversión inmobiliaria. Planificar con rigor antes de la compra reducirá los problemas inesperados después de la compra y contribuirá a una gestión estable. De hecho, muchos de los empleados que han fracasado en la inversión inmobiliaria lo han hecho porque «no hicieron una simulación realista de los ingresos y gastos» o «contrataron un préstamo excesivo». Para evitarlo, no se confíe en los ingresos de su trabajo principal, haga una simulación cuidadosa y tome sus decisiones de inversión basándose en un plan financiero sólido.

Gestión de riesgos de la inversión inmobiliaria

La inversión inmobiliaria conlleva diversos riesgos, pero si los comprende de antemano y toma las medidas necesarias, no hay nada que temer. A continuación, explicamos los riesgos más comunes y cómo gestionarlos. La gestión de riesgos es fundamental para cualquier inversor, así que repáselos uno por uno.

  • Medidas contra el riesgo de desocupación: los ingresos de la gestión de alquileres provienen del alquiler que pagan los inquilinos, por lo que si la propiedad permanece desocupada, los ingresos se interrumpen y, durante ese tiempo, hay que seguir pagando el préstamo y los gastos. La primera medida para reducir el riesgo de desocupación es elegir una propiedad con alta demanda en la fase de selección (como se ha mencionado anteriormente, es importante elegir la ubicación y definir el público objetivo). Además, es imprescindible fijar un alquiler adecuado. Si se fija un alquiler demasiado alto por codicia, se tardará más en encontrar inquilinos y se prolongará el periodo de desocupación. Fije un alquiler acorde con el mercado, teniendo en cuenta los precios de la zona, y considere la posibilidad de revisarlo de forma flexible después de iniciar la búsqueda de inquilinos, si es necesario. También es eficaz mejorar el interior y las instalaciones para aumentar el atractivo de la propiedad. Por ejemplo, incluso en propiedades antiguas, renovar los revestimientos y los suelos, y añadir instalaciones populares como aire acondicionado o inodoros con bidé, puede aumentar la competitividad y facilitar el alquiler. Cuando quede una propiedad vacía, comience inmediatamente a buscar nuevos inquilinos y colabore con la empresa de gestión para realizar una campaña publicitaria activa. Es fundamental actuar con rapidez y no dejar propiedades vacías durante mucho tiempo.
  • Riesgo de impago del alquiler: Es posible que los inquilinos se retrasen en el pago del alquiler. Si los impagos se prolongan, esto afectará al flujo de caja del propietario. Como medida preventiva, se puede llevar a cabo una selección rigurosa de los inquilinos y recurrir a una empresa de garantía de alquiler. El riesgo de impago se reduce seleccionando inquilinos fiables (con ingresos estables, un lugar de trabajo estable y un avalista). Además, las empresas de garantía de alquiler, que se utilizan cada vez más en los contratos de alquiler, ofrecen tranquilidad, ya que se hacen cargo del pago en caso de que el inquilino no pueda pagarlo. Compruebe también si la empresa gestora cuenta con un sistema para actuar de inmediato en caso de impago (envío de recordatorios, gestión con la empresa de garantía, etc.). Para estar totalmente cubierto, es recomendable contar con la colaboración de expertos de confianza para los trámites legales en caso de necesidad (desahucio, etc.).
  • Riesgo de variación de los tipos de interés: si ha contratado un préstamo con tipo de interés variable, debe prestar atención a las posibles subidas de los tipos de interés en el futuro. No hay garantía de que los tipos de interés actuales se mantengan bajos, y si suben varios puntos porcentuales, la cuota mensual aumentará, lo que podría afectar a su flujo de caja. Como medidas preventivas, se puede optar por un préstamo con tipo de interés fijo o reducir el capital mediante amortizaciones anticipadas. Con un tipo de interés fijo, las cuotas se mantienen constantes incluso en caso de subida de los tipos de interés, lo que ofrece mayor tranquilidad. Si se opta por un tipo de interés variable, se puede reducir la carga de intereses futuros amortizando anticipadamente mientras los tipos de interés son bajos. Además, si se gestionan varias propiedades, la diversificación de las condiciones de los préstamos (préstamos con diferentes entidades financieras y diferentes tipos de interés) también contribuye a diversificar el riesgo. Es recomendable estar atento a la evolución de los tipos de interés y, si es necesario, considerar la posibilidad de refinanciar a un tipo fijo o renegociar los tipos de interés.
  • Riesgos de reparación y deterioro: Los edificios se deterioran con el tiempo y pueden surgir averías. No es raro que se necesiten reparaciones inesperadas, como fugas de agua, averías en los calentadores de agua, goteras o plagas. Para hacer frente a estos riesgos de reparación, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento planificado de forma habitual. Por ejemplo, la limpieza periódica de las zonas comunes para mantener su aspecto, la revisión semestral de las instalaciones de agua para no pasar por alto pequeñas fugas, la revisión periódica de la azotea y las paredes exteriores para realizar reparaciones tempranas, etc. Un mantenimiento minucioso evita averías importantes. Las instalaciones de agua, el tejado y las paredes exteriores son puntos clave que requieren una atención especial, ya que su deterioro tiende a encarecer los costes de reparación. Al comprar una propiedad, es importante elaborar un plan de mantenimiento a largo plazo y estimar el momento y el coste de las reparaciones a gran escala que serán necesarias en el futuro (pintura de las paredes exteriores, trabajos de impermeabilización, sustitución de instalaciones, etc.) y acumular fondos para ello. Además, existen seguros de averías de instalaciones y seguros para propietarios que se pueden contratar como complemento del seguro contra incendios, por lo que se recomienda utilizarlos según sea necesario. El esfuerzo diario en el mantenimiento prolonga la vida útil del edificio y, en consecuencia, mantiene y aumenta el valor del activo.
  • Riesgo de fluctuación del valor del activo: El valor del activo inmobiliario (precio de venta) fluctúa en función de la evolución de la economía y del equilibrio entre la oferta y la demanda. Si después de la compra el entorno se deteriora o la demanda disminuye debido a la disminución de la población, existe el riesgo de que el precio del inmueble baje. Sin embargo, en el caso de las inversiones inmobiliarias destinadas a obtener ingresos por alquiler, no es necesario preocuparse por las fluctuaciones a corto plazo del valor de tasación. Lo importante es obtener ingresos por alquiler estables a largo plazo, y si se compra a un precio adecuado y no se exige una rentabilidad excesiva, es difícil que se produzca un golpe fatal, salvo en caso de una caída muy brusca. No obstante, si se contempla la venta en el futuro como estrategia de salida, es aconsejable evitar los inmuebles con una liquidez excesivamente baja (inmuebles en zonas muy rurales o con un uso especial, por ejemplo) y tener en cuenta el valor de reventa, comprobando los planes de reurbanización de la zona y la evolución demográfica. El mantenimiento mencionado anteriormente también contribuye a mantener el valor patrimonial de la propiedad, y también es eficaz aumentar su valor añadido mediante renovaciones, si es necesario.
  • Riesgos de desastres y seguros: Existe el riesgo de que la propiedad resulte dañada o se pierdan los ingresos debido a desastres naturales como terremotos, tifones, incendios o inundaciones. En este caso, es imprescindible contratar un seguro. Además del seguro contra incendios, en las zonas con riesgo de inundaciones, considere la posibilidad de contratar un seguro contra daños por inundaciones, y en Japón, un país muy propenso a los terremotos, considere la posibilidad de contratar un seguro contra terremotos. Si se contrata un seguro adecuado, en caso de que se produzcan daños en el edificio por un desastre, se podrá recibir una indemnización por los gastos de reparación o reconstrucción, lo que permitirá minimizar el daño económico. Es importante comprobar de antemano en el mapa de riesgos en qué zona de riesgo se encuentra la propiedad y contratar una cobertura adecuada. Además, sensibilizar a los inquilinos sobre la prevención de desastres y mejorar la durabilidad de las instalaciones (por ejemplo, instalar extintores en los locales de restauración) también contribuye a reducir los riesgos.

Como se ha mencionado anteriormente, los riesgos son muy variados, pero es fundamental «prepararse de antemano para los riesgos previsibles». Las personas que fracasan tienden a ser optimistas y no afrontan los riesgos, pero los inversores inteligentes siempre tienen en cuenta el peor de los escenarios y toman las medidas necesarias. Con una gestión adecuada de los riesgos, la inversión inmobiliaria puede ser una forma de inversión más estable que otras. Prepárese bien y afronte la inversión a largo plazo con tranquilidad.

Utilización de una empresa de gestión: ventajas y aspectos a tener en cuenta

Para los inversores asalariados, una cuestión importante es cómo gestionar el alquiler después de la compra de un inmueble. Si se tiene un trabajo a tiempo completo, es difícil encargarse de buscar inquilinos, cobrar el alquiler, atender las quejas y mantener el edificio. Por eso, en muchos casos se encarga esta tarea a una empresa de gestión inmobiliaria (empresa de gestión de alquileres). Al dejar esta tarea en manos de una empresa de gestión, se puede delegar la complicada gestión del alquiler a profesionales, por lo que la inversión inmobiliaria se considera una «inversión que no requiere mucha atención». Sin embargo, no todas las empresas de gestión son iguales, y es cierto que la elección de la empresa puede influir en los resultados de la inversión. A continuación, explicamos las ventajas de recurrir a una empresa de gestión y los puntos a tener en cuenta y los criterios de selección a la hora de contratar sus servicios.

Ventajas de recurrir a una empresa de gestión

Recurrir a una empresa de gestión para la administración de alquileres tiene las siguientes ventajas, especialmente para quienes trabajan en una empresa.

  • Ahorro de tiempo y esfuerzo: esta es sin duda la mayor ventaja. La gestión de alquileres conlleva una gran variedad de tareas, como publicar anuncios para buscar inquilinos, organizar visitas, tramitar los contratos, cobrar el alquiler, atender las consultas de los inquilinos, gestionar las reclamaciones, estar presente en el momento de la salida y organizar la restauración del estado original, e incluso limpiar y revisar el edificio. No es fácil que el propietario se encargue de todo esto, pero si se lo deja en manos de una empresa de gestión, el propietario podrá responder rápidamente incluso si no vive cerca de la propiedad. La posibilidad de gestionar propiedades situadas a gran distancia con tranquilidad es una gran ventaja.
  • Aprovechamiento de conocimientos especializados y redes: Las empresas de gestión son profesionales de la gestión de alquileres. Para buscar inquilinos, cuentan con una amplia red de captación de clientes, que incluye la publicación en los principales portales inmobiliarios y la difusión de información a otras agencias inmobiliarias. La capacidad de captación de clientes, que tiene sus límites cuando se gestiona de forma independiente, se puede aprovechar de forma eficaz con una empresa de gestión. Además, cuentan con amplios conocimientos sobre los trámites contractuales y la legislación, y se encargan de todo, desde la redacción de los contratos hasta los trámites de renovación y la respuesta legal en caso de problemas. En caso de averías en las instalaciones, se pone en contacto inmediatamente con los proveedores asociados para repararlas, lo que permite disfrutar de una gestión que aprovecha los conocimientos especializados de los expertos. Las empresas que cuentan con un centro de atención telefónica las 24 horas del día se encargan de las llamadas nocturnas y las emergencias, que el propietario no puede atender por sí solo, lo que también supone una tranquilidad para los inquilinos.
  • Reducción del periodo de desocupación: si se confía la gestión a una empresa competente, se puede esperar que las vacantes se cubran rápidamente gracias a su gran capacidad para encontrar inquilinos. La capacidad comercial de una empresa de gestión inmobiliaria se puede evaluar, por ejemplo, por la presencia de los inmuebles en los principales portales inmobiliarios, la tasa media de ocupación de los inmuebles gestionados o la buena relación con las agencias inmobiliarias. Las empresas con una gran capacidad para encontrar inquilinos obtienen muchas respuestas tras publicar los anuncios y consiguen inquilinos en un periodo de tiempo relativamente corto, lo que minimiza el periodo de desocupación y reduce la pérdida de ingresos por alquiler. En particular, las empresas con una gran experiencia y un gran número de propiedades gestionadas conocen bien las necesidades de alquiler de la zona y pueden ayudar a encontrar inquilinos proponiendo alquileres adecuados y reformas.
  • Tranquilidad ante los problemas: En la gestión de alquileres se producen diversas consultas y problemas por parte de los inquilinos (quejas por ruido, averías en las instalaciones, conflictos entre vecinos, etc.). Para los propietarios que no son expertos en el sector inmobiliario, es muy difícil gestionar cada caso de forma individual, pero es muy tranquilizador que la empresa de gestión se encargue de todo. Si la empresa de gestión dispone de un número de contacto de emergencia las 24 horas del día y se encarga de la primera respuesta a las quejas de los inquilinos, el propietario no tendrá que preocuparse de que le llamen a altas horas de la noche o en días festivos. Además, dependiendo del tipo de problema, se pueden tomar rápidamente las medidas adecuadas (como llamar a un técnico o a la policía), lo que minimiza los daños y la insatisfacción de los inquilinos.
  • Estabilidad y expansión del negocio: al delegar las tareas de gestión, el propietario puede concentrarse en su negocio principal y reducir la carga mental. Al reducir el trabajo, también es más fácil ampliar la inversión, por ejemplo, comprando más propiedades. Mientras que la gestión autónoma tiene un límite de 1 o 2 viviendas, con una empresa de gestión se pueden gestionar varias propiedades de forma eficiente. Es posible dividir las tareas, dejando las que requieren más tiempo y esfuerzo a los profesionales y centrándose en las tareas estratégicas, como la selección de propiedades. En definitiva, las empresas de gestión son «socios en la gestión inmobiliaria» y, si se encuentra una buena empresa, se convertirán en un colaborador fiable a largo plazo.

Como se ha mencionado anteriormente, recurrir a una empresa de gestión ofrece las ventajas de «ahorrar tiempo», «contar con la ayuda de profesionales» y «maximizar las oportunidades de ingresos». Especialmente para los empleados, puede ser un aliado poderoso para obtener una fuente de ingresos adicional mientras se mantiene el ingreso principal.

Puntos a tener en cuenta a la hora de elegir una empresa de gestión

Por otro lado, confiar en una empresa de gestión no siempre es sinónimo de tranquilidad. Existen diferentes niveles de calidad entre las empresas de gestión, y si se elige mal, se pueden sufrir inconvenientes como «no se llenan las vacantes a pesar de haberlo encargado» o «el servicio es deficiente y hay quejas frecuentes de los inquilinos». A continuación, se resumen los principales criterios y puntos a tener en cuenta a la hora de elegir una empresa de gestión.

  • Ámbito de las tareas que se pueden delegar: Las empresas de gestión tienen diferentes especialidades y servicios. Algunas ofrecen una gestión integral que incluye la limpieza y la revisión de las instalaciones, mientras que otras se especializan en la búsqueda de inquilinos y la gestión de los contratos, y ofrecen la limpieza y las reparaciones como servicios opcionales. Compruebe que la empresa puede cubrir todas las tareas que desea delegar. Por ejemplo, si desea delegar la limpieza de una propiedad situada en una zona remota, es mejor elegir una empresa con experiencia en la gestión de edificios, y si lo que le interesa es encontrar inquilinos, es mejor elegir una empresa con capacidad para alquilar propiedades. Si el alcance de la gestión no se ajusta a sus necesidades, pueden surgir gastos adicionales e imprevistos.
  • Comisión de gestión y relación calidad-precio: La comisión de gestión que se paga a la empresa de gestión suele rondar el 5 % del alquiler. Por ejemplo, si el alquiler mensual es de 100 000 yenes, la comisión será de unos 5000 yenes al mes. Aunque a simple vista no parece mucho, lo importante es si se reciben servicios que compensan ese gasto. Las empresas que ofrecen comisiones extremadamente bajas pueden tener una calidad de servicio baja debido al ahorro en gastos de personal. Por el contrario, si son demasiado altas, la carga de los costes será elevada y reducirá los beneficios. Solicite presupuestos a varias empresas y compare el nivel de las comisiones y el contenido de los servicios. No se decida solo por el precio, es fundamental elegir una empresa que ofrezca «los servicios necesarios a un precio adecuado».
  • Capacidad para encontrar inquilinos y tasa de ocupación: La alta tasa de ocupación, que está directamente relacionada con la rentabilidad, es un punto importante a tener en cuenta a la hora de seleccionar una empresa de gestión. Compruebe si «la tasa media de ocupación de las propiedades gestionadas es superior al 95 %» y si «proponen medidas concretas para atraer clientes en el momento de la búsqueda de inquilinos». Las buenas empresas de gestión suelen publicar los datos de ocupación de las propiedades que gestionan y el periodo medio de desocupación. También es útil consultar los resultados de ocupación de otras propiedades (cuánto tardan en alquilarse propiedades similares en la misma zona y con la misma antigüedad). En concreto, la diferencia en la capacidad comercial se refleja en aspectos como si publican activamente la información de los inmuebles en los principales portales inmobiliarios, si transmiten el atractivo de los inmuebles con fotos y comentarios publicitarios ingeniosos, o si han establecido buenas relaciones con otras agencias inmobiliarias y cuentan con su colaboración para encontrar inquilinos. Evite las empresas que no puedan dar respuestas claras o mostrar datos reales cuando se les pregunte por las medidas para mejorar la tasa de ocupación, y elija empresas que tengan experiencia en llenar rápidamente las vacantes.
  • Experiencia en gestión y fiabilidad: Las empresas con una amplia experiencia, como el número de propiedades gestionadas y los años de actividad, tienen experiencia en gestionar una gran variedad de propiedades y han acumulado conocimientos. Las empresas emergentes con un número extremadamente reducido de propiedades gestionadas son menos fiables que las que llevan muchos años operando a una escala considerable. Las empresas con una amplia experiencia a veces publican en su sitio web datos sobre la tasa de ocupación de las propiedades que gestionan y el número de propiedades por zona, lo que demuestra su confianza en sus resultados. Además, es importante que la estructura interna de la empresa no dependa de un solo responsable, sino que exista un sistema para compartir y transferir la información de las propiedades de forma organizada. Si la empresa cuenta con un sistema de coordinación que permite que otros empleados puedan hacerse cargo de la situación en caso de ausencia del responsable, o que la transferencia de responsabilidades se realice sin problemas en caso de que el responsable renuncie o sea trasladado, podrá confiar en ella a largo plazo. Durante la entrevista, pregunte a los empleados sobre su actitud y el sistema interno de la empresa para determinar si se trata de un grupo de profesionales en los que puede confiar.
  • Capacidad de respuesta en casos de emergencia: compruebe si existe un servicio de atención al cliente y un servicio de emergencia disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año, para hacer frente a problemas repentinos (averías, accidentes, etc.) que puedan surgir por la noche o durante los días festivos. Si existe un sistema que permita resolver los problemas de forma rápida y precisa, la satisfacción de los inquilinos aumentará y usted, como propietario, estará más tranquilo. Como ejemplo concreto, se han dado casos en los que no se respondió rápidamente a una fuga de agua a altas horas de la noche y los daños se agravaron. Pregunte por el sistema de contacto de emergencia y los casos de respuesta anteriores para comprobar si se trata de una empresa fiable.
  • Solidez financiera de la empresa: Aunque quizá no sea un aspecto que se tenga muy en cuenta, la situación financiera de la propia empresa de gestión también es importante. Si la empresa de gestión quiebra, existe el riesgo de que desaparezcan sin liquidar los depósitos y los alquileres de los inquilinos. Además, se han dado casos de retrasos en el pago de los alquileres por parte de empresas con dificultades financieras. Las empresas que cotizan en bolsa o pertenecen a grandes grupos son más fiables, pero también hay pequeñas y medianas empresas que llevan muchos años en números negros y se han ganado la confianza de sus clientes. Si es posible, consulte la información de las agencias de crédito o la calificación de Teikoku Databank, o compruebe los estados financieros publicados para determinar si la gestión es sólida. Las opiniones en Internet son muy variadas, así que utilícelas solo como referencia y limítese a comprobar que no haya rumores sospechosos.
  • Verificación del contenido del contrato: Por último, cuando firme el contrato de administración, lea detenidamente las cláusulas del contrato. En él se especifican aspectos importantes como la tasa de comisión de administración, la forma de pago, la fecha de transferencia del alquiler, el alcance de los servicios, los gastos a cargo del propietario y las condiciones de rescisión (plazo de preaviso y existencia de penalizaciones). Si tiene alguna duda, pregúntela antes de firmar el contrato y asegúrese de que todo está claro. Hay que tener especial cuidado si le proponen un contrato de subarrendamiento (alquiler global). El subarrendamiento garantiza un alquiler fijo incluso cuando la vivienda está vacía, pero también conlleva riesgos, como cláusulas de revisión del alquiler garantizado en el contrato o restricciones de rescisión anticipada. Es importante comprender las ventajas y desventajas y elegir la opción más adecuada para usted.

Como puede ver, la elección de una empresa de gestión requiere una evaluación global que tenga en cuenta el precio, la experiencia, los servicios ofrecidos y la compatibilidad. Es mejor evitar las empresas «baratas y malas» y confiar en una empresa fiable, aunque cueste un poco más, ya que a largo plazo se maximizarán los beneficios. Además, es importante no dejarlo todo en manos de la empresa después de firmar el contrato, sino recibir informes periódicos y mantener un diálogo constante. Como propietario, es fundamental conocer el estado de la propiedad y no dudar en consultar y solicitar mejoras si hay algún aspecto que le preocupe, ya que esto es clave para establecer una relación de confianza. Si utiliza la empresa de gestión como un buen socio y se centra en la estrategia, como inversor asalariado tendrá todas las bazas a su favor.

Pasos prácticos para invertir con éxito en el sector inmobiliario

Por último, a continuación se muestran los pasos concretos que debe seguir un inversor asalariado para empezar a invertir en el sector inmobiliario. Siguiendo estos pasos, podrá preparar la adquisición y gestión de la propiedad de forma planificada y segura. Le recomendamos que lo utilice como lista de verificación.

  1. Recopilación de información y aprendizaje: Lo primero es adquirir los conocimientos adecuados sobre la inversión inmobiliaria. Adquiera los conocimientos básicos leyendo libros y revistas especializadas, asistiendo a seminarios sobre inversión inmobiliaria o buscando en Internet experiencias de personas que hayan tenido éxito. Las fuentes de información dirigidas a inversores asalariados suelen incluir ejemplos de errores que suelen cometer los empleados de empresa y consejos para tener éxito. También es recomendable conocer los fundamentos de la legislación y la fiscalidad. Si se arma con conocimientos, será más difícil que le engañen con ofertas fraudulentas y podrá tomar decisiones de inversión más acertadas.
  2. Establecimiento de objetivos y elaboración de estrategias: A continuación, hay que definir claramente los objetivos de inversión. Cada persona tiene un objetivo diferente, como «quiero obtener unos ingresos adicionales de X mil yenes al mes», «quiero invertir a largo plazo para sustituir mi futura pensión» o «quiero obtener beneficios por la venta dentro de X años». Hay que trazar una visión de futuro: ¿se quiere obtener ingresos (rentas) o beneficios (ganancias por la venta)? ¿Cuántas viviendas se quieren tener y en qué plazo? Una vez definidos los objetivos, la estrategia se definirá por sí sola. Por ejemplo, si el objetivo es obtener ingresos estables a largo plazo, se puede optar por una estrategia de acumulación de apartamentos en el centro de la ciudad, mientras que si se busca ampliar la escala, se puede empezar con un edificio de apartamentos. Es importante establecer una política que se ajuste a su nivel de riesgo y a su plan de vida. Es importante establecer aquí una base sólida para no desviarse de los objetivos y la estrategia.
  3. Elaboración del plan financiero: Tal y como se ha detallado en la sección anterior sobre el plan financiero, se establece un presupuesto de inversión y un plan de ingresos y gastos basándose en el importe de los fondos propios, la posibilidad de obtener financiación, la simulación de los pagos mensuales y la rentabilidad prevista. Aquí podrá hacerse una idea del rango de precios de los inmuebles que puede adquirir. Por ejemplo, si dispone de un capital propio de X millones de yenes y puede obtener un préstamo de X veces ese importe, el presupuesto total será de Y millones de yenes, y si la rentabilidad prevista es del Z %, el flujo de caja anual será de A. Calcule varios escenarios y considere si podrá soportar no solo los casos optimistas, sino también los pesimistas. En esta fase, si tiene familia, es importante compartir el plan con su pareja y obtener su comprensión.
  4. Asesoramiento sobre préstamos y preevaluación: Una vez que haya decidido la política de financiación, acuda a una entidad financiera para solicitar un préstamo. Acuda a bancos o cajas de ahorros que ofrezcan préstamos para la inversión inmobiliaria y comuníqueles sus ingresos anuales, su antigüedad en el trabajo y el importe del préstamo que desea obtener, para hacerse una idea aproximada de si le concederán el préstamo. También es útil solicitar una preevaluación (evaluación preliminar) en una fase temprana. Si se supera la evaluación previa, se obtendrá una garantía de que se puede obtener un préstamo de hasta una determinada cantidad, lo que hará que la búsqueda de propiedades sea más realista. Al mismo tiempo, comunique sus preferencias en cuanto a las condiciones, como el tipo de interés y el plazo, para tener más opciones entre las que elegir. Incluso si se trata de una inmobiliaria que tiene acuerdos con bancos, acudir primero al banco por su cuenta aumentará su poder de negociación.
  5. Establecimiento de las condiciones de la propiedad y estudio de mercado: Ha llegado el momento de buscar propiedades concretas para comprar. En primer lugar, haga una lista de las condiciones que debe cumplir la propiedad. Establezca condiciones que se ajusten a su estrategia, como la zona (línea de metro, a menos de una hora del trabajo, etc.), el tipo de propiedad (apartamento, edificio, casa independiente, etc.), la antigüedad (menos de X años), la superficie (más de XX m²) y la rentabilidad (más del Y % del valor de mercado). No sea demasiado exigente, ya que si lo es, no encontrará ninguna propiedad que se ajuste a sus criterios. Establezca prioridades y sea flexible. Una vez establecidos los requisitos, investigue para hacerse una idea del mercado. Busque propiedades que cumplan sus requisitos en portales inmobiliarios (Rakumachi, Kenbiya, HOME'S, etc.) y familiarícese con los precios, los rendimientos y las tendencias del mercado. Al mismo tiempo, póngase en contacto con agencias inmobiliarias de confianza (especializadas en propiedades de inversión) y comuníqueles sus requisitos para que le proporcionen información sobre propiedades. Al ver mucha información disponible en el mercado, se va desarrollando la capacidad de distinguir entre propiedades que son una ganga y propiedades que son una trampa.
  6. Selección de propiedades candidatas a la compra y visita al lugar: Si durante la búsqueda encuentra una propiedad que le convence, no dude en solicitar información detallada. Obtenga la documentación de la propiedad (lista de inquilinos, balance de ingresos y gastos, descripción general de la propiedad, etc.) del vendedor o del agente inmobiliario y vuelva a calcular la rentabilidad y los ingresos y gastos. Si tiene alguna duda, no dude en preguntar. Y no olvide visitar el lugar. Compruebe con sus propios ojos el estado de la propiedad y el entorno y haga una última revisión para detectar cualquier problema. Si es posible, investigue también el mercado de alquiler en la zona (si hay carteles de alquiler, el rango de precios de las propiedades cercanas, etc.). Si se trata de una propiedad de segunda mano, observe también el estado del edificio y las zonas comunes, así como las condiciones de mantenimiento. Para mayor seguridad, es recomendable encargar a un experto la inspección del edificio para comprobar que no haya defectos importantes.
  7. Simulación de ingresos y gastos y decisión final: Cuando tenga una idea aproximada del precio de negociación y las condiciones de financiación de la propiedad que desea comprar, realice una simulación detallada de los ingresos y gastos. Elabore un balance anual y una previsión de ingresos y gastos a largo plazo que incluya el precio de compra, los fondos propios y el importe del préstamo, los tipos de interés y el plazo de amortización, el alquiler previsto, los gastos de comunidad y los impuestos. Compruebe si la simulación le permite obtener el flujo de caja inicialmente previsto y si la rentabilidad cumple sus objetivos. Al mismo tiempo, realizamos pruebas de estrés, como en caso de una tasa de desocupación del 〇 % o un tipo de interés del △ %, para comprobar la resistencia. Si los resultados de la simulación no presentan problemas, tomamos la decisión final de compra. Si tiene dudas, vuelva al punto de partida y compárelas con sus objetivos y estrategia. Si aún así sigue dudando, es necesario tener el valor de descartar la compra. La regla de oro para no fracasar es comprar solo aquellos inmuebles con los que se sienta convencido y cuyos números le convenzan.
  8. Solicitud de compra y trámites contractuales: Una vez tomada la decisión de compra, primero se presenta una solicitud de compra (certificado de compra) a través de la agencia inmobiliaria. Si se va a negociar el precio, se indica el precio deseado en este momento. Una vez acordadas las condiciones con el vendedor, se formaliza el contrato de compraventa de bienes inmuebles. Se recibe la explicación de los puntos importantes, se firma y se sella el contrato y se paga el anticipo. En el momento de la firma del contrato, lea detenidamente el contenido y aclare cualquier duda antes de continuar. A continuación, tras pasar la revisión final de la entidad financiera y obtener la aprobación del préstamo, se firma el contrato de préstamo (contrato de préstamo hipotecario). El día de la entrega de la propiedad, se liquida el saldo restante y se registra la transferencia de la propiedad, y al recibir las llaves de la propiedad, ya es usted el propietario. La agencia inmobiliaria y el banco le informarán sobre el proceso desde la firma del contrato hasta la entrega, pero es importante que prepare rápidamente los documentos necesarios.
  9. Decisión sobre la política de gestión y preparación de la delegación: Una vez adquirida la propiedad, hay que decidir rápidamente cómo se va a gestionar el alquiler. Si ya se ha seleccionado una empresa de gestión de confianza, se firmará un contrato de delegación de la gestión inmediatamente después de la entrega. Si se están buscando inquilinos, la empresa de gestión se encargará de negociar las condiciones del alquiler y, si hay inquilinos, de cambiar el nombre del contrato de alquiler y de informarles sobre la cuenta bancaria en la que deben pagar el alquiler. Si se va a utilizar un contrato de subarrendamiento, se volverá a confirmar el contenido y se procederá a la firma del contrato formal. Si opta por la autogestión, deberá hacerse cargo de la comunicación con los inquilinos y realizar los preparativos necesarios, como la creación de cuentas para los distintos pagos. En cualquier caso, deberá asegurarse de que todo el sistema de gestión esté listo para cuando comience la explotación. En este momento, también deberá completar los trámites para contratar los seguros necesarios, como el seguro contra incendios y el seguro contra terremotos, que son obligatorios para los propietarios de inmuebles.
  10. Inicio de la explotación y supervisión de la gestión: Por fin comienza la explotación del alquiler. Cuando empiecen a llegar los alquileres de los inquilinos, registre los ingresos y gastos mensuales y compruebe que todo va según lo previsto. Revise los informes mensuales que le envía la empresa gestora (detalle de ingresos y gastos, situación de los inquilinos) y consulte cualquier duda que tenga. Una vez al año, será necesario preparar la declaración de la renta, por lo que deberá organizar los recibos de gastos y llevar la contabilidad. Si durante la gestión surge algún problema o hay que tomar alguna decisión, no actúe por su cuenta, sino que consulte con la empresa de gestión o con un experto. También es importante visitar periódicamente la propiedad para comprobar su estado. Hay cosas que solo se pueden detectar in situ, como si las luces comunes están fundidas o si hay malas hierbas. Aunque se lo deje todo en manos de la empresa de gestión, es importante que el propietario compruebe personalmente el estado de la propiedad para mantener su valor. Además, cada seis meses o un año, compare los ingresos y gastos previstos con los reales y, si hay grandes diferencias, analice las causas y utilice los resultados para revisar su estrategia (por ejemplo, revisando el alquiler o considerando inversiones adicionales). Mantener este ciclo PDCA mejorará la precisión de su inversión inmobiliaria y le acercará al éxito.

Estos son los pasos concretos para empezar a invertir en inmuebles. Cada uno de ellos es un trabajo minucioso, pero si se siguen paso a paso, no son nada difíciles. La compra del primer inmueble puede parecer un obstáculo, pero con una preparación minuciosa y una decisión prudente se puede superar. Si se avanza con cautela, se evitarán errores fatales. Y después de la compra, se puede recurrir a la ayuda de profesionales para gestionar la propiedad y adquirir experiencia.

Resumen y siguiente paso

Hemos explicado en detalle los conocimientos básicos y los consejos para no fracasar que deben conocer los inversores asalariados que se inician en la inversión inmobiliaria, desde el punto de vista de la selección de propiedades, la planificación financiera, la gestión de riesgos y el uso de empresas de gestión. A continuación, repasamos los puntos más importantes.

  • Adquirir los conocimientos adecuados: antes de empezar a invertir, es importante adquirir los conocimientos básicos y no descuidar la recopilación de información. El conocimiento es la mejor defensa, así que no hay que precipitarse y hay que dedicar tiempo al aprendizaje.
  • Seleccione cuidadosamente los inmuebles: evalúe de forma multifacética la ubicación, la demanda, el estado del edificio y la rentabilidad, y elija inmuebles adecuados para una gestión estable a largo plazo. Lo importante no es si usted querría vivir en ese inmueble, sino si el público objetivo querría vivir en él.
  • Planificación financiera y simulación de ingresos y gastos: equilibre sus fondos propios y los préstamos, y limítese a una cantidad que pueda devolver sin dificultades. Realice una simulación exhaustiva de los ingresos y gastos antes de la compra y compruebe que el flujo de caja sea positivo.
  • El plan debe incluir los gastos iniciales, los gastos corrientes y el riesgo de que la propiedad quede desocupada.
  • Prevenir los riesgos: Identifique los principales riesgos, como la desocupación, el impago, las reparaciones, el aumento de los tipos de interés y las catástrofes naturales, y tome medidas concretas para hacerles frente. Es especialmente importante tomar medidas contra la desocupación (seleccionar propiedades que se ajusten a la demanda y fijar un alquiler adecuado) y contratar un seguro.
  • Utilizar los servicios de una empresa de gestión de forma inteligente: Encargue la gestión del alquiler a una empresa de confianza y dedíquese a la estrategia y la toma de decisiones.
  • A la hora de elegir una empresa de gestión, compare los servicios, las comisiones, la experiencia y la capacidad de respuesta, y elija un socio con el que pueda mantener una relación duradera. Aunque delegue las tareas, el propietario debe seguir interesándose por la propiedad y mantener un sistema de gestión sólido.
  • Actúe con buen criterio: elabore un plan de acción siguiendo los pasos indicados en este artículo y avance paso a paso. Consulte a un experto si tiene dudas y no tome decisiones arriesgadas por su cuenta. Una planificación con margen de maniobra aumenta las posibilidades de éxito.

La inversión inmobiliaria no requiere seguir diariamente los mercados como ocurre con las acciones o el mercado de divisas, y es una forma de inversión que permite acumular patrimonio de forma segura aprovechando la estabilidad de los ingresos de los empleados. Si se empieza con los conocimientos y la preparación adecuados, no es nada difícil. Más bien, hay muchas ventajas para los empleados (por ejemplo, en cuanto a la financiación y la flexibilidad horaria). Lo importante es planificar con calma, sin precipitarse, y combinar la prudencia de «tocar las piedras antes de cruzar el puente» con la capacidad de actuar para aprovechar las oportunidades. Aproveche los conocimientos adquiridos en este artículo para dar el primer paso. Si se aborda de la manera correcta, la inversión inmobiliaria puede convertirse en una forma fiable y práctica de gestionar el patrimonio para los empleados. Empiece hoy mismo a trabajar para alcanzar su objetivo de obtener ingresos estables en el futuro. Le deseamos mucho éxito.